Periodismo de investigación

Juro que es verdad. Aquellos que me conocen podrán confirmarlo.
Hoy es el día en que empieza el embalaje. De todos modos, si bien cuando empiezo ya no paro, no puedo arrancar por ningún lado, no sé por dónde empezar, si por los libros, que los libros no, que si mirá que justo se me ocurre leer algo y lo tengo guardado, no, la cocina, y no, qué comemos y como despues del embalaje, no, el comedor, si, pero por donde, los cd? no, y que escucho hasta la mudanza? los adornos, si, bueno, ya no quedan casi, pobres, fueron extinguiendose de apoco en nuestro hogar, y asi estoy horas, que la habitación, que el baño, que el lavadero, que la ropa, y entre la indecision me pongo a hacer cosas para dilatar un poco el momento del empaque, y en ese tiempo de distraccion, empiezo a limpiar, a limpiar ´sin ningun sentido ya que en breves instantes estará todo el depto inundado de polvo, pero me pongo a limpiar, empiezo por la cocina, lavo los platos y demas cosas que estaban apiladas en la pileta esperando turno de lavado hace tiempo, ordeno la mesada, y alla solito en un rincón veo al termo, y digo: ya que estamos con el tema de extender el tiempo para evitar empezar a empacar lo dejo limpio para el viaje, abri, tire en la pileta el contenido, y en la rejilla quedó aferrado ésto que van a ver a continuación, lo tenía que compartir, perdonen, es que saben lo que me gustan los microorganismos, es casi una obra de arte, estoy sorprendida de la felicidad, es un instalación que se formó de sabado a sabado con limonada y jengibre, hermoso, no digan.